Hi
there!
Mi
nombre es Sara María Barona Rojas, tengo 16 años, soy Colombiana; orgullosamente
de la capital de la salsa Cali- Valle.
Desde
hace cuatro meses estoy viviendo la más maravillosa experiencia de estar de
intercambio. Me encuentro en las islas más hermosas del mundo: Filipinas‼
Especialmente en la ciudad de Ozamiz en Mindanao.
Pertenezco
a una numerosa familia en la que desde un principio fui acogida como un miembro
más.
Les
contaré que el viaje hasta acá fue muy largo y agotador, tardó 3 días entre
conexiones, largas esperas, desplazamientos por aeropuertos inmensos,
interacción con personas de diferentes partes del mundo y practicando el inglés
y el francés. Pero al final la recompensa llego cuando me estaban esperando los
alemanes en el aeropuerto.
Fuimos
al hotel donde nos encontramos con los demás participantes de todo el mundo (84
entre estudiantes y voluntarios) y estuvimos 3 días en diferentes
capacitaciones aprendiendo herramientas para desenvolvernos en esta nueva
experiencia.
Posteriormente
llegue a Ozamiz, ciudad muy pequeña, donde todo el mundo se conoce, te ayudan y
se entablan lindas amistades.
Las
familias son muy unidas, en una casa pequeña se pueden encontrar hasta 5
hermanos con sus padres cada uno de
ellos con sus familias ya formadas.
Siempre
se come en familia, se inicia con una oración, las fiestas son con mucha comida
y con un buen karaoke y se busca al igual que en Colombia… dejar los problemas
a un lado y divertirse hasta no poder más.
Los
días en Filipinas pasan rapidísimo, hace nada llegué y ya en pocos meses tengo
que estar diciendo adiós.
Filipinas
está lleno de lugares asombrosos en los que he tenido contacto directo con la
naturaleza y vida marina, he conocido hermosas cascadas de agua pura, he nadado
con tiburones ballena en Cebú, he buceado, he nadado con tres delfines en una piscina natural, he conocido
casas flotantes en medio de islas inhabitadas, he estado en muchas fiestas en
la playa y he participado en actividades deportivos, culturales, religiosas,
educativas y sociales increíbles.
Para terminar, quiero contarles
que la decisión que tom-o en un principio fue dura y arriesgada, pero ahora que
estoy viviendo tantas experiencias, puedo concluir que es la mejor que he
podido tomar. Filipinas se ha convertido en mi segunda “ciudadadia” y mi
familia filipina “Los Lagas” en mi segundo hogar.
Este capítulo
de mi vida un día se abrió y en 6 meses se cerrará pero la verdad es que
gracias a que he vivido momentos inolvidables aquí, nunca se borrara de mí lo
grande que es el mundo y lo corta que es la vida.
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